Y allí volverán a montar su mercado improvisado, hasta que la Policía vuelva a ahuyentarlos, en un eterno juego del gato y el ratón. Como aficionado, es muy fácil encender el canal semana tras semana y dejarse llevar por la acción sobre el terreno de juego, sin darse cuenta de los cientos de fichas de dominó que se mueven entre bastidores y que, en última instancia, llevan a un equipo a saltar al campo una jornada más.