Las jugadoras Pernille Herder y Magdalena Eriksson se han convertido en protagonistas del Mundial de Francia de 2019 al dar una lección de compañerismo y visibilizar al colectivo LGTB. La cantidad de imágenes de jugadoras del Mundial mostrando con naturalidad sus relaciones con otras mujeres coincidiendo, además, con el mes del Orgullo, ha traído de vuelta una pregunta que sigue siendo tabú en el fútbol masculino: ¿acaso no hay hombres homosexuales en este deporte?