La sección contaba con equipos masculinos en todas las categorías, desde alevines hasta sénior, que tenían su terreno de juego en el Estadio Pérez de Rozas, situado en la montaña de Montjuïc de Barcelona. De vuelta a Primera en 1979, retornaron los buenos tiempos deportivos y el “Eurobetis”: la clasificación para la Copa UEFA en 1982 y 1984, la conmemoración de las Bodas de Platino en 1982 y el subcampeonato de la Copa de la Liga en 1986 marcaron una época feliz para los aficionados béticos, a la que se sumaron otros hechos vividos en su estadio como sede del Mundial y, sobre todo, como escenario del famoso España-Malta.