Inicialmente, casi todos los equipos utilizaban pantalones de un color que contrastaba con el de la camiseta. En 1904, The Football Association abandonó la regla en la cuál establecía que los pantalones debían cubrir las rodillas y los equipos comenzaron a usarlos mucho más cortos. En 1909, en un intento de ayudar a los árbitros a identificar a los guardametas entre el montón de jugadores, se modificaron las reglas para establecer que debía lucir una camiseta de un color distinto al de sus compañeros.