Se trata de un volante central que en las canchas trasandinas equivale a la denominación del “5”, por el número de camiseta que vestía el encargado de esas labores cuando los dígitos en las dorsales sólo iban del 1 al 11. Sin embargo, en nuestras canchas el centrocampista aquel lucía el 6. ¿Por qué esta diferencia? En el mundo moderno los dorsales siguen las posiciones en el campo de los sistemas de juego más comunes entre los equipos.