Las temporadas se fueron sucediendo sin pena ni gloria, y en 1974 Santiago Gallego se convirtió en el primer presidente que abandonaba el cargo sin deudas, gracias al traspaso de Cardeñosa al Real Betis por 15 millones de pesetas, la cantidad más alta percibida por el club hasta entonces. En los años 70 del siglo XX, se realizan las primeras remodelaciones de las instalaciones, dotándose a la zona de preferencia de cubierta e instalándose las torres de iluminación del terreno de juego.