Según Kaska, «esta cruz me recordó a los días sangrientos del pasado», en referencia al atuendo que los caballeros templarios utilizaron durante las Cruzadas, en las que se enfrentaron al Imperio Turco. Todo ocurrió en la Liga de Campeones 2008/2009. El Inter jugó un partido ante el Fenerbahçe turco en Milán y en él lució la camiseta de San Ambrosio.