El motivo hay que buscarlo en una leyenda del Japón medieval, en las que un señor feudal llamado Mori Motonari les explica a sus tres hijos que una flecha se puede quebrar fácilmente, pero tres flechas unidas no. Las leyendas del fútbol comenzaron a firmar contratos con las marcas para llevar sus botas, pero nada tenían que ver con los acuerdos que consiguen ahora jugadores como Neymar, Messi o Ronaldo.